martes, 5 de marzo de 2013

TAREA II. Creamos dos finales

UN EXTRAÑO DIA DE VERANO
Era un día soleado de Junio. El último día de clase, ¡por fin! Mis amigos y yo estábamos desasosegados por las vacaciones de verano, porque nos íbamos todos juntos de viaje a Barcelona. Pedro, Andrea, Juan y María ya tenían el bagaje preparado, pero a mí se me había olvidado prepararlo por la noche y tenía que ir corriendo a casa al salir del colegio, para que me diese tiempo. Nuestro tren salía a las siete de la tarde, y teníamos que tener todo preparado para estar media hora antes en el aeropuerto.
Estábamos impacientes. Lo primero que queríamos hacer cuando llegásemos a Barcelona era visitar el centro de la ciudad, ya que decía que era muy bonito y que tenía muchas tiendas. Además también queríamos ir a la heladería del tio de Juan, y probar esos perritos calientes con cebiche de gambas y esos helados tan ricos de los que tanto nos hablaba Juan, en clase.
Al salir de clase, yo cogí mis cosas corriendo para irme a casa lo más rápido posible. Me despedí de mías amigos y me fui. Era de noche, el sol me quemaba y tenía muchísimo calor. Tenía que llegar a casa cuanto antes para que me diese tiempo a hacer todo antes de las seis.
Por el camino me encontré a un hombre alto, delgado y con chanclas en los pies. Me preguntaba donde estaba la playa para bañarse porque tenía mucho calor. Yo extrañado le contesté que no había playa en Madrid, y continué mi camino lo más rápido posible.
Cuando llegué a casa, me di cuenta de que mis llaves habían desaparecido del bolsillo de la mochila. Era imposible que se hubiesen caído, asique alguien me las había robado. Pero ¿quién? ¿Cuando? y lo que mas me interesaba saber, ¿porqué?
Ahora es cuando tú debes continuar mi historia inventando dos finales diferentes y que tengan que ver con lo que yo he escrito arriba. Cuanta más imaginación le eches, más chula quedará la historia. ¡ÁNIMO!